Yo podría decir que si he tenido 100 amigos, solo 5 han
sabido respetar y valorar la confianza como dios manda. Y digo 5 por decir un
número, escogo el 5 como número diminuto comparado con el 100. A medida que
creces vas creyendo menos en las personas, la vida te va enseñando que si
quieres sobrevivir tienes que ir con las garras afiladas y las espaldas bien
cubiertas, porque cuando menos te lo esperas, personas que crees que son tus
"amigos", personas a las que les confías parte de tu vida... cuando
menos te lo esperas ya te han clavado el puñal en la espalda. Algunos ni
siquiera te hacen daño, porque el vinculo de confianza que rompen es diminuto,
y ni te enteras. Pero otros...son unos vinculos tan grandes, que has estado
cuidando, que has estado alimentando, que has estado disfrutando...que cuando
se rompen, te destrozan vivo. Te dan un palo al que solo puedes responder
"duele...." y cuando el dolor empieza a desvanecerse llega la
desconfianza general. Llega el momento en el que te dices "¡ei! no te fies
ni de tu sombra".
Por eso, si quieres tener una amistad, la confianza tiene
que existir SI o SI. Y las personas en las que no confías, ni se te ocurra
llamarles amigo, porque un amigo es una persona en la que puedes confiar, es
una persona en la que TIENES que confiar. Pero ¡ojo! cuidado en quien
confias...porque queda demostrado que en esta vida, tu das tu mano...y te
arrancan el brazo entero.
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